lunes, 8 de febrero de 2010

Sobre los policías en todos lados

Esto no lo escribí yo, sino un amigo que vive en el D.F., pero vale la pena compartirlo.

Mis queridos amigos:

Estaba tan tranquilo en casa cuando de pronto un ruidajo espantoso me hizo pensar o que había llegado el Apocalipsis o mínimo se gestaba una terrible guerra nuclear. Luego, resultó ser algo peor: un grupo de simios de la Policía federal había hecho pedazos nuestro zaguán de la calle, entró al patio a destruir cosas y se disponía a derribar salvajemente la puerta de nuestra cocina.

Cuando se trató de hablar con estos sujetos respondían sólo sonidos guturales ininteligibles y, lo más candente, nos ponían sus pendejas ametralladoras a centímetros de nuestra cara. Mientras trataban de derribar puercamente la puerta nos decían que nos agacháramos o "nos iba a cargar la verga" (quizá en el lenguaje policial esta clave signifique que nos están protegiendo. ¿No creen?).

Luego, los ojetes puñeteros éstos se dieron cuenta de su burrada: el objetivo de su operativo era la casa de al lado, no la nuestra, y así quitados de la pena se salieron. Cuando preguntamos quién se haría responsable de sus pendejadas nos contestaron evasivas y majaderías. Cuando traté de filmarlos me blandieron un fusil en mi jeta. Por alguna razón me acordé del jefe policial Górgori de los Simpson, aunque él, sin duda, no es tan idiota.

Después, pasaron de lo violento a lo ridículo, pues cavaron en el patio de al lado (su misión era, según, encontrar un cadáver enterrado)... y tras once horas de búsqueda no encontraron nada. Puta, ni en la película de "Capulina detective" las autoridades hicieron tantas imbecilidades.

Al final, un policia ministerial dijo, con toda la conchudez del mundo, que los federales se habían "confundido". Ah, me sentí seguro de nuevo. Pero poco me duró el gusto, pues pensé que si para buscar un objeto inamovible, en un lugar que sabían estaba abandonado, ante personas que ellos sabían que estaban desarmadas e indefensas actuaron con esa imprudencia y violencia, ¿qué pasa cuando efectúan operativos más delicados?

¿Nuestra seguridad está en las garras de una caterva de policías rupestres, que ante el menor cuestionamiento civilizado te blanden un rifle y amenazan con matarte? No mames, aquí en Iztapalapa me siento más seguro de ver a los malandrines de siempre que a los pinches chimpancés uniformados y armados que conforman la Policía federal.

Llevamos tres años advirtiendo que sacar el ejército a las calles es una estupidez (recuerden que la mayoría de los policías federales son militares), y que la "guerra contra el crimen" debe ser, antes que nada, preventiva. Hoy, tengo todas las bases para decirles que el pinche Calderón inepto y mierda está jugando con fuego, literalmente, pues su estrategia dejó de ser tonta y peligrosa para convertirse en seriamente criminal.

Lamento importunarles con mis palabras, pero si hoy me pasó a mí, espero que mañana no a ustedes. Hoy, la policía, los "guardianes del orden", lograron lo que la delincuencia común iztapalapense no había podido hacer en todos los años de mi vida: no dejarme dormir tranquilo.

Perdonen lo ortodoxo del mensaje, pero cualquier vía es buena para mantenerse informados.
con todo, reciban un aguerrido pero fraterno abrazo.

Hector Alejandro

Preocupante, por decir lo menos!

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